A punto de acabar este año 2019, diciembre asoma con sus fiestas de Navidad. Van a llover los regalos, las comidas, los encuentros, las risas y los gastos. Para regalar, el escaparate que se nos ofrece es inmenso, pero aparte de «regalar», recomiendo que os sentéis, que nos sentemos a charlar, a tomarnos un tiempo con los nuestros, a parar el reloj de las prisas y dejar de ser Alicia, corriendo sin parar, para ser uno más en el universo y contemplar los paisajes.
Y mirar a las personas.
Para ver que a nuestro alrededor hay una enfermedad que es ley viva, tema permanente, herida que no cesa por culpa de este ajetreo constante que es la vida. Hablo del cáncer. La enfermedad. Me inunda la tristeza de ver que personas conocidas o allegadas están sufriéndola. Hablo de ella ahora, en este instante porque el otro día, al hablar con una amiga, surgió el comentario. La enfermedad y el tiempo son palabras unidas en su raíz. Cuando uno se encuentra enfermo el mejor regalo que podemos pedir es PARAR EL TIEMPO. Pero es imposible porque no tenemos la varita de Harry Potter. El tiempo transcurre hacia delante y hacia detrás según la física cuántica, y no se puede medir con precisión, así que ¿para qué olvidamos detenernos y RESPIRAR? La lectura es una pausa en ese tiempo. Un respiro.
Para Antonio Machado, el tiempo es una de las palabras esenciales de la poesía. La temporalidad. ¿Cómo hablar del tiempo cuando se nos hace eterno por el dolor? Así que parémomos a leer las palabras escritas antes de que el viento las esparza.
Luego las trasladamos, las comentamos, las revivimos junto a los nuestros. Amigos, familiares, afines, personas de nuestro entorno que nos «eternizan» la vida.
En estas Navidades por favor, regalad también LIBROS, especialmente a los niños y a los adolescentes. Yo ya estoy mirando el último libro de poemas de Defreds para mi hija y una enciclopedia visual, la definitiva, de Marvel para mi hijo. De la poesía a la fantasía. Del amor y la vida a la ciencia ficción y los valores. Los superhéroes no existen pero hay personas que cada día detienen el tiempo y respiran y miran a su alrededor, y leen.
Nunca pense que la navidad a los cincuenta fueran a ser asi… 🙂
No sé si lo dices en positivo o en negativo, pero espero que te sea leve.